Las condiciones atmosféricas y oceánicas siguen favoreciendo una temporada de huracanes en el Atlántico en 2022 por encima de lo normal, según la actualización de la temporada de huracanes 2022 de la NOAA publicada por el Centro de Predicción del Clima, una división del Servicio Meteorológico Nacional.
Los meteorólogos de la NOAA han disminuido ligeramente la probabilidad de una temporada de huracanes en el Atlántico por encima de lo normal hasta el 60% (rebajada respecto a la perspectiva emitida en mayo, que preveía una probabilidad del 65%). La probabilidad de una actividad cercana a lo normal ha aumentado al 30% y las posibilidades se mantienen en un 10% para una temporada por debajo de lo normal.
“Estamos entrando en los meses álgidos de agosto a octubre para el desarrollo de los huracanes, y prevemos que hay más tormentas en camino”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, Ph.D. “. La NOAA está preparada para ofrecer previsiones y alertas oportunas y precisas para ayudar a las comunidades a prepararse con antelación a las tormentas que se aproximan”.
La actualización de las perspectivas de la NOAA para 2022 -que cubre toda la temporada de huracanes de seis meses que termina el 30 de noviembre- prevé entre 14 y 20 tormentas con nombre (vientos de 39 mph o más), de las cuales entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes (vientos de 74 mph o más). De ellos, entre 3 y 5 podrían convertirse en huracanes mayores (vientos de 111 mph o más). La NOAA proporciona estos rangos con una confianza del 70%.
Hasta ahora, la temporada ha visto tres tormentas con nombre y ningún huracán en la cuenca del Atlántico. Una temporada media de huracanes produce 14 tormentas con nombre, de las cuales siete se convierten en huracanes, incluyendo tres huracanes mayores.
Esta perspectiva se refiere a la actividad general de la temporada y no es una previsión de llegada a tierra. La llegada a tierra se rige en gran medida por los patrones meteorológicos a corto plazo, que actualmente solo son predecibles una semana antes de que una tormenta llegue a la costa.
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Hay varias condiciones atmosféricas y oceánicas que todavía favorecen una temporada de huracanes activa. Esto incluye las condiciones de La Niña, que se favorece a permanecer en el lugar para el resto de 2022, y podría permitir que las condiciones de la era de alta actividad en curso para dominar, o aumentar ligeramente la actividad de los huracanes. Además de la continuación de La Niña, los vientos alisios tropicales del Atlántico más débiles, un Monzón africano occidental activo y las probables temperaturas superficiales del mar del Atlántico por encima de lo normal, preparan el escenario para una temporada de huracanes activa y reflejan la actual era de alta actividad para los huracanes del Atlántico.
“Aunque ha sido un comienzo relativamente lento de la temporada de huracanes, sin que se hayan desarrollado tormentas importantes en el Atlántico, esto no es inusual y, por lo tanto, no podemos permitirnos bajar la guardia”, dijo la administradora de FEMA, Deanne Criswell. Esto es especialmente importante ahora que entramos en la temporada alta de huracanes: la próxima Ida o Sandy podría estar todavía al acecho.
Fuente: NOAA
