Los huracanes en serie o en cadena podrían ser más frecuentes en las próximas décadas debido al cambio climático, según un estudio de la Universidad de Princeton. La investigación sugiere que en algunas zonas, como la costa del Golfo de México, este doble impacto podría producirse hasta una vez cada tres años. Los investigadores dirigidos por Ning Lin, profesor asociado de ingeniería civil y ambiental en la Universidad de Princeton, plantearon por primera vez preguntas sobre la creciente frecuencia de huracanes secuenciales después de una temporada de huracanes particularmente destructiva en 2017. Ese verano, el huracán Harvey azotó Houston, seguido de Irma en el sur de Florida y María en Puerto Rico. En este blog, se discutirá con más detalle el estudio, los desafíos que plantea para la planificación de emergencias y las posibles soluciones.
El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, sugiere que las tormentas destructivas consecutivas son cada vez más comunes en la costa este y la costa del Golfo, aunque siguen siendo relativamente raras. Los investigadores realizaron simulaciones por ordenador para determinar el cambio en la probabilidad de que varias tormentas destructivas azoten la misma zona en un breve periodo de tiempo, como 15 días, a lo largo de este siglo. Analizaron dos escenarios: un futuro con emisiones de carbono moderadas y otro con emisiones más elevadas. En ambos casos, la probabilidad de que se produjeran tormentas destructivas consecutivas aumentó drásticamente.
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Los investigadores también señalaron que la combinación de dos factores principales, la subida del nivel del mar y el aumento de las precipitaciones debido al cambio climático, es lo que hace que las tormentas que en el pasado podían haber pasado desapercibidas se conviertan en amenazas cada vez mayores. La subida del nivel del mar se está produciendo en todo el mundo con el cambio climático, pero en la costa atlántica se ve agravada por la geografía. A medida que sube el nivel del mar, las mareas de tempestad se convierten en una amenaza mayor para las comunidades costeras porque el nivel de base del agua es más alto. Al mismo tiempo, las tormentas se intensifican y el aumento de la temperatura media del aire hace que las tormentas arrastren más agua. Esto significa que es probable que aumenten las precipitaciones y las inundaciones provocadas por las tormentas.
Los desafíos de planificación de emergencias planteados por tres grandes huracanes llevaron a los investigadores a preguntarse si las tormentas destructivas múltiples podrían ocurrir más fácilmente debido al cambio climático, y qué medidas podrían tomarse para prevenirlas. Ning Lin, profesor asociado de ingeniería civil y ambiental en la Universidad de Princeton, afirmó que los riesgos de huracanes secuenciales ya están ocurriendo, por lo que debían ser estudiados. “Ha habido una tendencia creciente en las últimas décadas”, dijo.
La frecuencia de las tormentas no es tan importante como el creciente número de tormentas que pueden llegar a ser peligrosas. La proporción de tormentas que pueden afectar a las comunidades está aumentando.
Conclusión
En resumen, el estudio de la Universidad de Princeton destaca la importancia de estar preparados para la posibilidad de huracanes consecutivos o en cadena en las próximas décadas. Es fundamental tomar medidas de prevención y adaptación para reducir el riesgo de daños y pérdidas en las comunidades costeras. Esto implica no solo mejorar la infraestructura y la planificación de emergencias, sino también reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el cambio climático y evitar que las consecuencias sean aún más catastróficas. Todos podemos contribuir a esta lucha desde nuestro lugar, adoptando hábitos más sostenibles y apoyando políticas que promuevan un futuro más resiliente y seguro para todos.