Hoy, hace exactamente un año, el suroeste de Florida sufrió la furia de uno de los huracanes más feroces en la costa de los Estados Unidos en este siglo. El huracán Ian no solo siguió la misma ruta que el huracán Charley 18 años antes, sino que también lo hizo con vientos máximos de 249.5 km/h , una presión central de 941 mb y casi a la misma hora del día (3:05 PM hora local vs. 3:45 PM hora local). El huracán Ian se fortaleció rápidamente, similar a Charley, en las horas previas a tocar tierra.
Sin embargo, aquí es donde terminan las comparaciones entre estos dos huracanes de categoría 4.El Huracán Ian fue todo lo que temíamos que Charley pudiera haber sido en la costa. Charley fue, por derecho propio, un golpe devastador, el huracán más costoso que azotó los Estados Unidos desde Andrew en 1992. Sera recordado por los vientos extremos que trajo a comunidades como Punta Gorda, Port Charlotte y la pequeña ciudad de Wauchula en el interior del condado de Hardee. Pero en la costa, la marejada ciclónica de Charley fue inusualmente pequeña, alcanzando una altura máxima de 2 metros en un área limitada.
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El Huracán Ian, por otro lado, fue casi tres veces más grande que Charley al tocar tierra. Todos los vientos huracanados de Charley podrían haber cabido dentro del tranquilo ojo de 56,330.9 metros de ancho de Ian. Dado que la marejada ciclónica, es el peligro más letal de un huracán, es mayor para tormentas más grandes, Ian causó estragos en la misma costa que Charley había salvado años antes. Una marejada ciclónica catastrófica de hasta 4.572 metros, centrada en la isla de Sanibel y Fort Myers Beach, destruyó edificios que aún no habían sido derribados o arrastrados por un enfurecido Golfo de México que momentáneamente reclamó la costa.
Huracán Ian en Florida: Impactos, Pérdidas y Lecciones
Las secuelas de Ian fueron apocalípticas. Grandes barcos parecían caer del cielo, esparciéndose por los manglares y quedando apilados en patios traseros y puertos deportivos locales. Secciones del Puente de Sanibel Island fueron arrasadas, dejando islas normalmente habitadas completamente aisladas del continente. Lugares familiares para residentes y visitantes de toda la vida eran prácticamente irreconocibles entre los escombros. El olor a productos químicos y las líneas expuestas de gas y alcantarillado impregnaban el aire salado.
En total, se confirmaron 149 vidas perdidas a causa de Ian en Florida, con aproximadamente la mitad de esas muertes en el densamente poblado condado de Lee, donde Ian tocó tierra. Un total de 41 personas se ahogaron en la marejada ciclónica de Ian, la mayoría en el condado de Lee, lo que hace que la marejada ciclónica sea el peligro más mortal del huracán. Ian también hizo sentir su presencia tierra adentro, dejando caer de uno a dos pies de lluvia sobre una amplia franja de la península de Florida cerca y al sur del corredor I-4, causando graves inundaciones en algunos lugares. Las fuertes lluvias fueron responsables de una docena de muertes en Florida.
A pesar de que las cicatrices de Ian todavía están frescas en la memoria de muchos en el suroeste de Florida, incluso un año después, el espíritu de la comunidad ha ayudado a restaurar y revitalizar uno de los tramos de costa más preciados de Florida.
Las lecciones aprendidas de Charley no se perdieron, y los edificios construidos después de 2004 generalmente resistieron mejor gracias a códigos de construcción más estrictos. Sin embargo, Ian sirvió como un recordatorio de que incluso dos tormentas de la misma intensidad que tocan tierra en el mismo lugar pueden tener impactos muy diferentes. No podemos asumir que el siguiente será el último, pero debemos permitir que nuestras experiencias anteriores nos preparen mejor para el próximo, sin importar lo que traiga consigo.
