El Servicio Meteorológico Nacional ha mantenido en vigilancia una zona de baja presión que sorprendió al Océano Atlántico desde el domingo pasado, a pesar de que la temporada oficial de ciclones y huracanes no comienza hasta el 1 de junio. Con anuncios cada seis horas, se continúa monitoreando de cerca esta situación.
Mientras tanto, en el Pacífico, se espera el momento oportuno para emitir la primera alerta de seguimiento por parte de los organismos climáticos. Sin embargo, en el Atlántico ya se han manifestado indicios de una temporada que podría adelantarse. Existe un 10% de probabilidad de que se desarrolle un ciclón en las próximas 48 horas y siete días.
La zona de baja presión se encuentra al noreste de las Bahamas, a una distancia aproximada de mil 590 kilómetros al oeste-noreste de las costas de Quintana Roo. Se desplaza hacia el nor-noreste a una velocidad que oscila entre los 8 y 16 kilómetros por hora.
¿Como seguir el desarrollo de un Huracán?
Es importante destacar que, hasta el momento, esta perturbación se encuentra alejada de las costas nacionales. En caso de convertirse en un ciclón tropical, sería denominado “Arlene”, siendo el primer nombre de la lista designada para la temporada 2023. Cabe mencionar que la temporada de huracanes en el Pacífico inició el 15 de mayo, mientras que en el Atlántico se inicia el 1 de junio.
Según los especialistas en climatología, el inminente desarrollo del fenómeno de El Niño contribuirá a la inestabilidad climática y podría ocasionar eventos anticipados como este.
Recordemos que el Atlántico ya experimentó su primera tormenta del año, la cual se registró en enero de 2023 y se consideró la primera tormenta subtropical de la temporada. Esta se desarrolló en la cuenca del Atlántico, frente a la costa noreste de los Estados Unidos, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés).