
Las zonas costeras como Playa del Carmen, Cancún, Cozumel y Tulum están expuestas a vientos mucho más fuertes que otras regiones de México. Por eso, la protección anticiclónica debe cumplir con estándares específicos conocidos como códigos de construcción costeros, que buscan asegurar que las viviendas resistan huracanes categoría 4 y 5.
Aunque México aún desarrolla su propio sistema completo, muchos proveedores responsables —como Hurricane Solution— adoptan estándares equivalentes al Florida Building Code (FBC), considerado uno de los más estrictos del mundo.
Entre los requisitos principales están:
1. Resistencia al impacto
Las mallas anticiclónicas deben detener objetos impulsados por vientos que pueden superar los 200 km/h.
2. Pruebas de presión positiva y negativa
La protección debe soportar cambios de presión sin desprenderse de su marco.
3. Materiales certificados
Los materiales deben ser sometidos a pruebas como Mullen Burst, presión cíclica e impacto de proyectiles.

4. Anclajes adecuados
La tornillería debe ser de acero inoxidable, resistente a la salinidad del Caribe Mexicano.
5. Distribución uniforme de carga
Los clips categoría 5 deben dispersar la presión en varias direcciones.
Cumplir estos requisitos no solo protege tu hogar; también facilita la aprobación de seguros y reduce riesgos durante tormentas severas.
En zonas costeras, la protección anticiclónica no es un lujo: es una necesidad regulada por normas diseñadas para evitar pérdidas humanas y económicas. Con los sistemas adecuados, tu hogar puede resistir incluso los huracanes más intensos.
